¿CÓMO SE ALMACENA EL HIDRÓGENO?
El almacenamiento de hidrógeno puede realizarse de diferentes maneras.
Dependiendo de características como el espacio, peso, tiempo almacenado o coste de almacenamiento, se escogerá la opción más óptima.
Partiendo de estos principios, podemos encontrar los siguientes tipos de almacenamiento:


Almacenamiento de hidrógeno a presión
El hidrógeno puede almacenarse en estado gaseoso mediante depósitos cilíndricos o esféricos. A mayor presión, mayor densidad energética.

En estado líquido
El almacenamiento en estado líquido requiere de temperaturas criogénicas, ya que la temperatura de ebullición del hidrógeno a presión ambiental es de -253ºC. En este estado, el hidrógeno aumenta su densidad pudiendo almacenar la misma cantidad en un volumen mucho menor. Sin embargo, este proceso aumenta su coste.

Hidruros sólidos
Se trata de un almacenamiento en estado sólido, donde el hidrógeno se incorpora a la estructura cristalina de determinados metales. El mayor inconveniente de este tipo de almacenamiento es su elevado peso.

Almacenamiento de hidrogeno en materiales porosos
Se almacena por adsorción en la superficie de sólidos porosos como las zeolitas o los nanotubos de carbono.

Hidrógeno en portadores líquidos orgánicos o amoniaco
El hidrógeno se transforma en otros compuestos de mayor densidad que, por su estado líquido, son más fáciles de almacenar y transportar. Los más comunes son el amoniaco y los portadores líquidos orgánicos (LOHC).

Almacenamiento en infraestructuras de gas
El hidrógeno puede quedar almacenado a través de la red nacional de gaseoductos. Esta infraestructura permitiría almacenar grandes cantidades de hidrógeno mezclado con gas natural. Sin embargo, el porcentaje de hidrógeno viene limitado por las características de los materiales del gaseoducto.

Almacenamiento en cavernas salinas o yacimientos depletados
Esta tipología esta pensada para el almacenamiento de hidrógeno a gran escala o por periodos largos de tiempo.